miércoles, 31 de mayo de 2017

Control de Lectura: ¿Juega Dios a los dados?

¿Juega Dios a los dados? (cap 2-3)
Debo decir que esta lectura es probablemente mi favorita de todo el curso, o al menos está entre mis favoritas. La última parte fue la que logró atraparme, pues trata de lo que más me gusta, que es la Probabilidad y como dice Ian Stewart, su pariente aplicada “La estadística”.
Hubo ocasiones en que durante la clase surgieron cuestionamientos del tipo “¿Se podrían matematizar algunos campos sociales?, ¿Por qué la Biología parece estar a raya en cuanto a las matemáticas?”,etc. Y yo creo que las preguntas de este tipo podrían contestarse (al menos parcialmente) con el texto de Ian. La probabilidad surgió efectivamente en un entorno muy práctico y yo diría que muy desenfadado, que es el juego. El pretender obtener una ganancia buscando ventajas sobre los oponentes fue lo que permitió que fueran surgiendo los axiomas de probabilidad (que buena falta hacían, pues era imposible de creer que a esas alturas la probabilidad no estuviera fundamentada en algo formal). Es decir, por un lado, se tiene que la probabilidad ya aparece en un contexto digamos “social”, y son muchos los casos de personas e incluso familias completas que han hecho dinero valiéndose de algoritmos para intentar ganarle a los casinos y casas de apuestas: Ahí se tiene un contexto financiero, y pensándolo bien, hasta podría decirse que la probabilidad ayudó a que las familias mencionadas se unieran (para quebrar a los casinos, ¡pero se unieron!).
Ahora que si pensamos en ciencias sociales más formales, quizá haya que rascarle más, pero también hay ejemplos de que cada vez se tienen interrogantes más difíciles de responder, por lo que inevitablemente los entes metidos en investigaciones sociales han tenido que pedir ayuda de la Probabilidad y la Estadística, y esto se está volviendo cada vez más frecuente. Ian Stewart menciona los aportes de Quetelet, Galton y Pearson, sin embargo en fechas más recientes las aplicaciones probabilísticas podrían empezar a alejarse de simplemente ver si la longitud de las alas de los patos se aproximan a una distribución Normal, y empiezan a aparecer otras aplicaciones poco comunes de la Proba y la Estadística, como el uso de Estadística Espacial para identificar conglomerados geográficos de las enfermedades (hace no mucho escuché de unos historiadores que pidieron ayuda de estadísticos para estudiar con este enfoque la Peste Negra), o para identificar puntos delictivos en alguna ciudad. O por otro lado, algún uso más enfocado al entretenimiento, como un modelo Bayesiano que pueda (o pretenda) predecir la tabla final de la Premier League, basándose en conocimientos previos que puedan surgir de la historia del torneo.
Mi punto aquí es que ahora las ciencias sociales ya necesitan más y mejores respuestas, y es por eso que cada vez se están acercando más a pedir ayuda de la Probabilidad y la Estadística, motivo por el cual yo me atrevería a decir que no falta mucho para que llegue alguien a intentar matematizar estos campos (otra cosa es que los sociólogos se lo permitan, por supuesto).

También hay que notar que no se está hablando de simplemente calcular probabilidades con combinatoria, o hacer diagramas de Venn para un evento A y un evento B, sino de Estadística Espacial o Bayesiana, lo que significa que al existir más demanda, la Proba y la Estadística también han tenido que avanzar y mejorar para cumplir con los nuevos requerimientos del entorno (pareciendo cierta la teoría de avanzar en forma cíclica, pero aumentando niveles); y es claro que este tipo de interacción está generando una retroalimentación muy favorable tanto para el entorno matemático como para el social.

1 comentario:

  1. Ligado a lo que mencionas está el asunto de problemáticas colectivas, como la educación y la cooperación (como lo que abordamos en el texto de los bienes comunes), ejemplos en desarrollo se pueden ver en el sitio:
    http://me.necsi.edu/cooperation/

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